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29 de mayo de 2011

Los Ultimos de Filipinas Temporada 2011
























La experiencia de esta segunda temporada de cría de agapornis, ha sido extraordinariamente positiva, llego a algunas conclusiones aunque ya lo sabía, me declaro criador, me gusta criar ver evolucionar y para eso los agapornis son ideales, ya he dejado escrito por aquí, que crían solos, por poco que se hagan las cosas bien.

Al estar acostumbrado a la cría de canarios, intentaba comportarme igual y no nada tiene que ver, como simple ejemplo ese pequeño del nido Nº 14 de ser canario, lo hubiera desechado aun vivo, (para evitar males mayores al no tener donde “recolocarlo”), había mas de diez días de diferencia con el que nació primero, estaba esquelético, lo cogí en la mano, y pensé… lo elimino, pero me lo repensé, me dio pena, y creyendo duraría horas lo coloque de nuevo en el nido, para que “falleciera” en familia, - aplicando la nueva ley de Leire Pajin, Ministra de Sanidad-, al día siguiente miro el nido, para retirar el cadáver, y aun estaba “vivito”, que raro… , al otro día lo mismo, pero ahí ya tenia algo en el buche, me hizo dudar, quizá no se muera pensé de nuevo.





No me alargo más, esta vivo, coleando y ya volando, de risa verlo correr por el nido completamente desplumado, increíble su recuperación. Con el valor añadido que el padre me demostró, es portador de canela en verde, por lo que es una hembra auto-sexada, ésta terminara sus días conmigo, mejor dicho yo terminare mis días con ella…. Si hay suerte.

Me he dado cuenta, que con uno o dos pichones en la jaula de la primera nidada, no es necesario tener prisa para retirarlos, independientemente que la hembra siga poniendo huevos, los pichones no molestan para que la hembra suba su segunda nidada, el problema viene si hay cuatro o cinco, ahí si, voy a decir que todos no caben en el nido y pasa lo que pasa. Lo ideal para mi, son dos nidos por jaula cuando hay pichones ya nacidos y de días, la hembra tiene donde escoger para su segunda nidada, o deja los “mayores” en el primer nido y ella se pasa al “nuevo”, o al revés se queda el viejo y pasa a los pichones al nuevo. Quizá estoy descubriendo la sopa de ajo, pero son detalles que a mi me van a influir en la próxima campaña. Aunque los agapornis, crían con frío, mejor no baje la temperatura de 8-10 grados. Y conseguir una humedad alta, sea como sea, particularmente aparte de la bañera diaria, cuatro cinco días antes del nacimiento rocío el nido con agua, sin pasarme…

Lo que me lleva por la calle de la amargura es esa pareja “despluma”, lo probé todo, con la Nº 15, una cosa es que piquen “cuatro” plumas y paren y otra es que los desplumen, no es nada serio para la vida de los pichones, se recuperan pronto, pero pierden esa “belleza” espectacular de los que están inmaculados de pluma. Un detalle importante es que la Nº 15 no “toca” la fruta y verdura, - ni tocarla durante la cría-, sé cuando los pichones empiezan a salir del nido, cuando empieza a “desaparecer” la fruta. ¿Quizá sea un problema de vitaminas? Lo ignoro, pero seguiré observando…

Vaya “problemon” se me presenta para la próxima temporada, que ya esta ahí…, al tener donde escoger, se complican los aparejamientos. Al menos a mi, pero eso es una de las salsas de la cría, tener claro lo que vas a buscar, y tengo claro que la calidad parte de la selección, por ello voy a prescindir de las parejas de arlequines, junto con sus pichones, (hay quien solo cria arlequines, es una cuestión de gustos),  para centrarme mas, con los opales en sus diferentes variedades.

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